Esta rama de la Odontología trata las enfermedades dentales, los traumatismos y las anomalías ortopédicas de los maxilares en edad pediátrica.
Es bueno poder comenzar la exploración dental a los 4 años de edad para enseñar y educar a los niños en el hábito de la higiene y de la alimentación para diagnosticar posibles alteraciones funcionales tales como la respiración oral, la deglución atípica, la interposición lingual u otros hábitos causantes de posteriores deformidades óseas y dentales.
Hace referencia a la colocación de aparatos funcionales en casos de discrepancias óseo-dentales, para prevenir maloclusiones más importantes.
En esta fase corregimos las anomalías esqueléticas gracias a la capacidad plástica de los huesos maxilares en esta edad.
También tratamos las deformidades de las arcadas dentarias que alteran el funcionamiento masticatorio.
Corregimos los problemas de mal-posición dental que puedan afectar al maxilar, la mandíbula o en la combinación de las dos.
Aplicamos tratamientos ortopédicos en los casos donde sean necesarios.
Los dientes temporales ocupan y mantienen el espacio de los dientes definitivos y, para evitar patologías más importantes como las infecciones del nervio del diente causantes de abscesos y procesos febriles, resulta de gran importancia la obturación de este tipo de dientes.
Cuando el proceso infeccioso, que es la caries, llega al nervio, se debe hacer un tratamiento pulpar (la pulpa es el nervio del diente) para eliminar el dolor, la inflamación y la infección.
Toma importancia en este ámbito el papel del logopeda para enseñar al niño ejercicios y técnicas en los casos de respiración y deglución atípica y de interposición lingual para evitar futuras maloclusiones.
Son muy frecuentes los traumatismos dentales en los niños, especialmente en casos de maloclusión por prognatismo maxilar, es decir, donde los dientes superiores están protruidos.
